Nueva Esparta: la oposición contra la oposición

Primarias opositoras sin quorum, Morel con la falsa oposición, el protector vendiéndose en tonos azules... un nuevo paisaje político con las caras de siempre

nueva Esparta
Morel, Alfredo y Dante tienen gente, apoyo y gestión, pero en grados diferentes

Foto: Composición de Sofía Jaimes Barreto

—Buenas tardes, cómo estás, estamos siguiendo las instrucciones del presidente Maduro yendo casa por casa preguntando si van a votar: ¿tú vas a votar el 21 de noviembre? 

—Hola, sí. 

—¿Quién más vota en tu casa? Tu hermano, ¿verdad?

—Sí.

—¿Cómo está el techo de tu casa? 

—Está en muy mal estado. ¿Quieres pasar a verlo?

—No, ahorita no. Es para saber. 

Esa visita de las coordinadoras del CLAP en mi pueblo no me sorprendió, aunque es la primera vez que hacen algo parecido antes de unas elecciones. Ha sido insistente la campaña del candidato chavista a la Gobernación de Nueva Esparta; a las ocho de la mañana pasa un vehículo con un altavoz en el que suena el jingle “Vamos pa lante, con Dante a la Gobernación”, seguido de “Venezuela tiene con qué” y “Ese es mi caballo”, la canción de David Caraballo, un dirigente deportivo y exconcejal por el chavismo, candidato a la alcaldía de este municipio: Antolín del Campo.

Nadie nuevo por la Gobernación

No hay figuras emergentes en la contienda por el estado insular de Venezuela. El gobernador Alfredo Díaz, que viene de AD, busca ser reelecto, luego de haber sido uno de los cuatro opositores que ganaron en las anteriores elecciones regionales en medio del arrase del PSUV. Con 52 años y TSU en Turismo, Díaz fue concejal del Municipio Mariño, Porlamar, desde 1995 hasta 2008, cuando ganó la alcaldía. Fue reelecto de 2013 a 2017, y de ahí salió a ganar la Gobernación frente al general Carlos Mata Figueroa, que intentaba reelegirse. 

La gestión de Díaz tuvo que desarrollarse a la sombra de Dante Rivas, nombrado protector de Nueva Esparta en 2018, y con la mayoría de las fuentes de recursos tomadas por el Gobierno central. Rivas también es el presidente de Corpo Nueva Esparta, un organismo improvisado para darle al protector el poder de la administración local de la escasez: el suministro de gasolina, la entrega de las bolsas del CLAP, el control de la distribución del agua, entre otras.

Dante Rivas nació en Margarita, en 1975; es geógrafo egresado de la ULA y también el actual Ministro del Poder Popular para la Acuicultura y la Pesca, luego de serlo de Comercio y de Ambiente, y director del Saime. También fue electo como diputado a la Asamblea Nacional en las más recientes elecciones. Pero el protector no está compitiendo solo contra el actual gobernador.

Después de una campaña de años para mantener su figura a través de sus emisoras Radio Nueva Esparta 920 AM y Reina 96.7 FM, el octogenario Morel Rodríguez aspira a ser gobernador por séptima vez.

Este maestro normalista gobernó por primera vez Nueva Esparta de 1986 a 1988, cuando a los gobernadores los nombraba el presidente y no los elegíamos los ciudadanos, y luego fue el primero de la descentralización. Desde entonces ha vuelto en cuatro periodos más. 

Un amigo periodista, a quien llamaré Luis porque prefiere mantener su nombre en reserva, dice que el que haya dos candidatos de la oposición le está abriendo el camino a Dante Rivas, “lo cual no quiere decir que vaya a ganar”, advierte. 

El protector y el alacrán

Dice Luis que el chavismo ha barajado varios nombres para controlar Nueva Esparta. “Mucho antes de las primarias del PSUV se habló de traer a un outsider, alguien impuesto que viniera de otra región; en un tiempo se escuchó el nombre de García Carneiro porque tenía sangre margariteña, tiene familia asuntina. Después de la muerte del exgobernador de La Guaira se llegó a promover una posible candidatura de la esposa de Diosdado Cabello, Marlene Contreras de Cabello, pero eso tampoco cuajó”.

Finalmente Dante Rivas ganó las primarias del PSUV ante Marisel Velásquez, hoy alcaldesa del Municipio Díaz, una figura fuerte del chavismo insular.

La demora para dar el nombre del ganador de las primarias del PSUV en Nueva Esparta levantó suspicacias, como en otras partes de Venezuela.

En algunos sectores se llegó a decir que Velásquez fue la triunfadora pero que al final impusieron a Rivas. 

Si Rivas es el candidato a juro, esa no es la única estrategia que estaría adelantando el chavismo para controlar Margarita. En la oposición, dice Luis, no hubo posibilidad de entendimiento entre Alfredo y Morel. “Dicen que a ninguno le interesa ser gobernador sino que el otro pierda. A veces pareciera que es así. Morel lleva en contra la manito de la MUD, que es un símbolo que tiene agarre; a él lo apoyan las tarjetas de AD, Copei, Voluntad Popular y Primero Justicia que fueron confiscadas por el gobierno y asignadas a personas muy cercanas. También lo respalda Fuerza Vecinal, que es una especie de partido creado para hacerle la contrapartida a la MUD”. 

Así que el veterano político está en el bando de lo que en Venezuela ya se llama los alacranes: quienes fueron parte de la operación del régimen de Maduro por crear una falsa oposición. 

Nostalgia contra realidad

“Morel está ofreciendo cosas que pertenecen a la época de las vacas gordas en Venezuela, y sobre todo en Margarita. Dice que va a volver la bonanza, cuando ya sabemos que el Puerto Libre colapsó y que tendrán que inventar un régimen nuevo para este Estado. Dice que van a volver a regalar la cesta alimentaria y que van a volver los tiempos de hacer grandes obras”.

Para Luis, la fortaleza de Morel es que todo el mundo lo recuerda como un gobernante exitoso, “pero tiene poca capacidad para organizarse en los municipios, a excepción de Maneiro y de Mariño donde tiene candidatos fuertes. Él va a depender de que la gente vaya a votar espontáneamente por ese Morel que conoció en los tiempos de prosperidad”. Alfredo Díaz no tuvo esa suerte: le tocó ser gobernador en el colapso económico, la emergencia humanitaria compleja, la caída progresiva del turismo nacional e internacional y ahora la pandemia que detuvo todo menos la construcción de grandes supermercados y bodegones de lujo.

La gestión de Alfredo Díaz como gobernador se centró en su labor social, impedido de hacer algo más por el secuestro de los recursos por parte del Gobierno central.

La Gobernación llevó a las comunidades clínicas móviles para brindar servicios básicos de salud con la Fundación Social Nueva Esparta y proveer medicinas, lo mismo que hacía como alcalde de Porlamar por medio de la Fundación Santiago Mariño, dirigida por su esposa Leynys Malavé, quien ahora aspira a ser alcaldesa de Mariño.

“Hace unos tres meses yo veía a Morel ganador. Se notaba mucho entusiasmo, pero eso ha decrecido un poco, primero porque ya él se ve muy disminuido físicamente y no permanece mucho tiempo en los actos. Últimamente se ha visto a Alfredo mejor porque mucha gente que va a votar lo va a hacer por la manito de la MUD y así no tienen que estar brincando de un lado para otro en la boleta electoral, frente a la máquina de votación, sino que van a votar por el tubo”, dice Luis. Pero eso no funciona para la maestra Verónica (otro nombre ficticio), una luchadora social dedicada a la política. Le pregunto cómo ve las elecciones y me responde decepcionada: “No las veo. Yo quiero votar por Alfredo y por el candidato de Morel a la alcaldía, pero no sé cómo hacer ese voto cruzado”.

Morel Rodríguez fue gobernador por primera vez antes de la descentralización, en los ochenta. Todavía quiere más

Foto: Campaña de Morel Rodríguez

En cuanto al voto joven, pues no conoce a Morel. Por eso, en muchas de sus caminatas se hace acompañar de su nieto Morel David Rodríguez, quien va a la reelección en el rico municipio Maneiro donde se encuentran el Sambil, CC La Vela, la zona rosa de Playa El Ángel, CC Costa Azul y Pampatar. El viejo Morel quiere asociar sus glorias pasadas al joven Morel que gobierna la única zona donde se ve cierta prosperidad en Margarita y que tiene mucha proyección en el estado, aunque la comunidad empresarial se queja de las tarifas de la recolección de basura y los elevados impuestos.

¿Habrá quien ceda ante esa tentadora invocación de un pasado mejor? Alfonso Castillo, un aragüeño que vive en Margarita desde hace más de 20 años, dice con mucha seguridad: “Tú sabes que Margarita es adeca y aquí la gente se acuerda mucho de Morel. Cuando él daba la bolsa de comida no estaba viendo el color político, a todo el mundo le daban su ticket y al día siguiente estaban los camiones repartiendo la bolsa que traía de todo. Morel va a ganar”.

Primarias sin quorum

No se suponía que la oposición se dividiría (si es que Morel Rodríguez todavía puede considerarse oposición). Mónica Jiménez, una veterana periodista margariteña de radio y televisión, fue parte de la comisión coordinadora de las primarias de la oposición, para las cuales solo se postuló el actual gobernador; Morel se negó a medirse e insistió en lanzar su propia candidatura. Algo similar pasó con las primarias para las alcaldías: en seis de los once municipios neoespartanos se postuló solo un candidato. En la Península de Macanao no se inscribió ninguno.

“Nosotros pensábamos que era la vía ciudadana para mantener los espacios si íbamos con candidaturas únicas, sin importar quien fuera”, dice Jiménez. “Un 20 por ciento de los votantes ha emigrado, otro 20 por ciento de la oposición es abstencionista radical, otro 20 por ciento dice que no se cala la división ni los mismos candidatos de siempre. Si hay un 60 por ciento de abstención, no hay oportunidad de ganar, porque el oficialismo tiene un 20 por ciento de voto duro y el otro 20 por ciento se lo van a repartir los líderes opositores que van divididos. Entonces no hay manera de ganarle al oficialismo, a menos que se logre que esa abstención vote.

Esto se repite en todo el país; pareciera que las ansias de poder de los opositores pudo más que la necesidad de mantener o recuperar los nichos democráticos”.

La periodista y abogada Beverly Bracho dice que el resultado para la gobernación ya se sabe, pero no es oficial: “Dante ya tiene la pequeña mayoría de votos”. Como residente de Maneiro considera que Morel David ha hecho una buena gestión y que el auge económico de la zona lo respalda para lograr ser reelecto. “Sin embargo, yo no votaría por Morel (abuelo) ni por Dante, y creo que Alfredo Díaz ya cuadró el apoyo a Dante para que su esposa sea alcaldesa de Mariño como parte del trato”.

En La Asunción va por la reelección el alcalde Alí Romero, del partido Tupamaro, contra Manuel Antonio Narváez, quien se impuso en las primarias de la MUD e hizo un buen gobierno en dos periodos como alcalde, de 1996 a 2004. En ese municipio Morel terminó apoyando a un pastor evangélico, un desconocido, según Luis para pagar el apoyo de Javier Bertucci para la gobernación. 

En la decaída Porlamar, Luis dice que la contienda está difícil para la oposición. Allí Morel tiene a José Antonio González, “el Chino”, que tiene mucho dinero y dispone de más publicidad que el candidato chavista, Hanthony Coello. 

El nuevo paisaje

Luis dice que votará por un candidato a alcalde de la oposición, pero que “el chavismo nos tiene tan obstinados que uno va a votar por cualquiera con tal de que no sea por el chavista, aunque hay algunos postulados que ni siquiera merecen ganar”.

Mónica Jiménez considera que se la pusieron difícil a Morel David en Maneiro, “porque a él lo está empujando Fuerza Vecinal. Sin embargo, tiene una ventaja importante y es que la chica que va por el PSUV ni siquiera se siente, ni se sabe quién es. Y quien va con la tarjeta de la MUD, Nano Ávila, es de lo viejo. No tiene el apoyo juvenil”. Sobre Porlamar, cree que terminará ganando quien pueda movilizar más electores el 21 de noviembre. “El PSUV compra con cualquier cosa a los sectores pobres. Y yo no creo que Leynys y Alfredo tengan ese pulmón para estas elecciones”.

Entre tanto, la propaganda de Dante Rivas y de los otros candidatos del gobierno no contiene rojo por ninguna parte. La palabra “revolución” ya no está en la campaña.

Los avisos son muy limpios, con mucho blanco, mucho azul tenue. Ni Chávez aparece, solamente los ojitos en la boleta electoral como el último recordatorio cuando los chavistas vayan a votar. Ni siquiera Maduro aparece por algún lado. Mientras, los candidatos de la oposición se atacan entre ellos, no al candidato chavista.

 

Esteban García, con sus casi 80 años, baja por la avenida 31 de Julio, la misma que te lleva a Playa El Agua, mientras en la esquina el carro de la campaña chavista está estacionado con el volumen alto: “Vamos con David, ese es nuestro caballo”, dice la canción.

Esteban me detiene. “Después que los políticos ganan no lo conocen a uno, ni la cola te dan”, dice refiriéndose a un exconcejal de la oposición por el que votó hace años. Pero el chavismo también recibe lo suyo: “¿Cuántos años tiene David en el concejo? ¿Y qué ha hecho? Nada”.

Venezuela es otra, pero en la política no ha cambiado nada.

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