Hoy, 5 de agosto, Cinco8 cumple tres años. Son tres años en los que hemos crecido en un país que ha cambiado significativamente. Entiéndase, nacimos en 2019, entre un apagón y una crisis política tragicómica, y aprendimos a caminar en 2020, durante una migración masiva y una pandemia que ha cambiado las dinámicas de vida de todos en este planeta que parece escrito por Delia Fiallo. Para este año, lo menos que esperamos es una invasión extraterrestre. 

Entonces, no solo es Venezuela la que ha cambiado en estos tres años. El mundo es otro. Cuando arrancamos, nuestra misión estaba resumida en el eslogan “explicar Venezuela”. Así. Directo. Pensado en explicar un país que había cambiado demasiado en veinte años, comparado con lo que era a finales de los noventa (lo que, en consecuencia, traía más carga de nostalgia que mural de restaurante venezolano en Miami). Todo esto, entendiendo que el país ya no estaba limitado al territorio y que había que tender un puente entre los que estaban dentro y los que estaban afuera. Y en esto estaban basados nuestro modelo económico y nuestra línea editorial.

Hoy, tres años después, la idea de “explicar Venezuela” se nos hace un poco demasiado general y un tanto engreída. Además, nuestra línea editorial ha ido cobrando vida propia y creemos que es momento de repensar la identidad del medio, sincerarla, y dirigirla hacia donde, hoy, queremos llevarla.

Con todo esto, queremos enfocar nuestro aniversario en dos actividades que desarrollaremos durante agosto. Por un lado, vamos a trabajar con nuestro equipo de colaboradores y con la audiencia en definir esa identidad, algo que se pueda resumir en —como dicen los marketeros— un elevator pitch, y que no deje duda de qué vas a encontrar una vez que pasas a leer Cinco8.

La segunda actividad tiene que ver con nuestro mayor dolor como medio: el financiamiento. Lanzamos una campaña para levantar fondos enfocada en explicar los costos de Cinco8 y en construir una relación con nuestros donantes.

La sostenibilidad de los medios en Latinoamérica tiene un aura de provisionalidad que es angustiante. No creemos que podamos resolver este problema con un par de sesiones en pocas semanas, pero sí creemos que con su ayuda podemos ganar unos meses, navegar hasta el cierre del año, y crear una estrategia más ambiciosa para 2023. Nuestra meta es enfocarnos en conectar financiamiento con contenido.

Después de tres años estamos contentos de haber creado una plataforma de slow news, que va a su paso y se detiene a pensar y poner el ojo en temas poco comunes. A buscar la mirada distinta, y a darle calidad al lector. Ahora lo que queremos es marcar la ruta de lo que viene junto a ustedes.