Etiqueta: Mi nueva ciudad

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La marca de agua que llevamos dentro

Fuimos realmente felices en Venecia, una ciudad que nos dio mucho. Incluso una hija. Rápidamente nos sentimos como en casa, y eso siempre nos pareció gracioso: Amerigo Vespucci llamó Veneziola a las tierras que se perfilaban más allá de las orillas del lago de Maracaibo, por la semejanza que tenían los palafitos ante sus ojos […]

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El mundo a puertas cerradas

Hugo Pérez Hernáiz, Almanza Lo del “teletrabajo” lo tengo yo bastante bien trabajado, hasta que me obligan. Entonces me entra una urgencia horrorosa por salir, aunque la puedo controlar como imagino hace la mayoría, leyendo, escribiendo, cocinando, viendo tele, etc. Pero a mi hijo Ignacio, de cinco años, sí que no se le da para […]

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Mi nueva ciudad es un pueblo de la España vacía

La decisión más triste de mi vida fue dejar Caracas y la UCV hace ya siete años. La más triste y la más acertada. Luego he tomado otras decisiones igualmente tristes, pero además, desacertadas. La peor, mudarme de Bilbao a Barcelona hace tres años, justo cuando ya me acostumbraba a decirle coches a los carros. […]

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Un asquerosito en la Paulista

Pasar un día en Sao Paulo es como ir a una gigantesca tienda por departamentos: te encuentras de todo, mucho de todo, y casi nunca es lo mismo. Tienes que tomar lo que quieres al momento porque si no, cuando regresas más tarde, es muy probable que ya no esté.  Sao Paulo es ella, y […]

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Hacer comunidad al emigrar

A Vancouver llegué en 2013, justo después de la muerte de aquel señor. Había pedido divisas a Cadivi para hacer una maestría y aunque todavía no tenía aprobación, el 28 de agosto viajé con las típicas dos maletas y 3.150 dólares canadienses, (unos 3.000 dólares de Estados Unidos). Tenía una reservación en un hostal y […]

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Todo bien, pero ¿dónde está el sol?

“A donde fueres haz lo que vieres”. Esa fue la máxima con la que llegamos en 2014 a vivir a Londres. El primero que la acogió fue mi hijo, que me preguntó un día: “Mami, ¿por qué no me pusiste Jack o John?”. Su nombre —pobre— es Matías, es decir, algo como “Mataias”. Así que […]