No nos pararemos de cabeza ni te hablaremos al revés

Un tema del que no se suele hablar es de cómo se financian los medios venezolanos. Aquí te hablamos a calzón quitao de nuestro caso y de nuestro plan para salir de abajo sin venderle el alma al diablo

El viejo orden de los medios tradicionales se desvaneció, en Venezuela y el mundo. Pero aún no tenemos un orden sustentable que lo reemplace, y para los medios venezolanos hay niveles adicionales de dificultad

Foto: Dikó

Cada vez que pienso en cómo se financian los medios en Venezuela me acuerdo del tema de Bienvenidos y esa parte que dice: “Nos pararemos de cabeza y le hablaremos al revés”. Y me da rabia. Porque ahí es más o menos donde estamos. A los periodistas les toca hacer malabares para financiar sus operaciones. Ya sea ofreciendo servicios paralelos, contenido exclusivo y beneficios, o tratando de ajustarse a la línea de interés de quien sí tiene la capacidad de financiar medios. Ya esto lo comenté a profundidad en el primer cumpleaños de Cinco8 y no quiero quedarme pegado en el mismo sermón. Pero…

Lo que sí quiero es contar un poco dónde estamos después de tres años. Cinco8 forma parte de una terna que incluye un medio en inglés (Caracas Chronicles) y una unidad de riesgo político y consultoría. Esa unidad mantiene a ambos medios. Es decir, Cinco8 no genera sus propios ingresos (como muchos medios). 

El modelo comercial, que era el de ofrecer un servicio para aguantar a un medio, sigue funcionando pero, visto que carga dos a rastras, es insuficiente. Y ojo, ofrecer servicios en áreas que el equipo domina es un modelo que tiene todo el sentido del mundo. Los amigos de Arepita, que tienen años perfeccionando un newsletter de noticias diarias, ofrecen consultorías para estrategias digitales y desarrollo de newsletters.  

Pero hoy, nosotros estamos viviendo lo que era una preocupación hace siete años: que al final el medio se convirtiera en un lastre para una unidad de servicios que ya requiere de muchos recursos para operar. Y en el caso de Cinco8 es peor porque no tiene una conexión directa con el servicio que se presta. 

Hablemos de números. Los números de los que vamos a hablar solo cubren lo que cuesta producir Cinco8, no incluye las otras dos patas de la terna.

En este momento estamos trabajando con un presupuesto limitado. Durante la pandemia, evitamos en lo posible recortar el equipo, y eso nos costó. Por otro lado, entre la migración y el aumento de los costos de producción en Venezuela, y por otra parte, las dificultades para levantar fondos, la solución, poco a poco, fue pasando a (tratar) de mantener el presupuesto y liberar tiempo para el equipo. En conclusión, pasamos de tener a un equipo trabajando tiempo completo a pagar más con un equipo a tiempo parcial. Esta realidad no es solo un problema de los medios de comunicación, pero sí es más grave en esta industria pues no hay hamburguesa a la que se le pueda subir el precio. En 2021 bajamos el ritmo de publicación para concentrarnos en la profundidad de los trabajos.

Entonces, solo Cinco8, con un equipo editorial a tiempo parcial que involucra a cinco personas y decenas de colaboradores que producen entre ocho y doce piezas mensuales, trabaja con un presupuesto anual de US$ 35.640. Eso puede ser el sueldo de un solo periodista junior en Miami.

Ese presupuesto no es sostenible, por miles de razones. Y menos si no es el mismo medio quien los produce. Aunque se pueden tomar medidas para ser más eficientes, no permite crecimiento. Y el crecimiento en cualquier organización implica la posibilidad de atraer y retener talento, desarrollar carreras, abrir espacios para la innovación, y aportar valor. 

Sigo pensando que el modelo de medios, sin el aporte de la audiencia, está herido de muerte. Sigo pensando que el periodismo más sano es el que se sostiene por sus propios medios y puede mantener la mayor cantidad de independencia posible. Y eso es lo que queremos darle a Cinco8. Independencia.

Tenemos un grupo pequeño de donantes que creen en los medios y que hacen aportes mensuales, y eso es un comienzo. Pero para cubrir lo que requerimos necesitaríamos 595 suscriptores pagando $5 al mes.

Entonces, en este cumpleaños, lanzamos una campaña para cubrir el presupuesto de lo que queda del año según el presupuesto anual que tenemos ahora (esos US$ 35.640). Es decir, la campaña es para levantar US$ 14.850. Eso nos permitirá un poco de tranquilidad mientras nos preparamos para 2023, año para el cual estamos planificando aumentar el presupuesto a US$ 55.200. Estos meses los usaremos para trabajar en la estrategia para llegar a esa segunda meta. Quizás se trate de hacer campañas de recolección como las que hacen NPR y The Guardian o quizás sea algo distinto que sacaremos del sombrero. 

A finales de mes haremos una reunión con quienes hagan aportes para hablar sobre cómo va la campaña y durante estos días conversaremos con aquellas personas ya son suscriptoras mensuales para crear canales de comunicación con los donantes.

Agradecemos todo tipo de aportes. Puede ser una suscripción mensual por el monto que consideren, o una donación individual por lo que puedan. También agradecemos un montón a quien no pueda aportar dinero pero nos quiera echar una mano en redes para darle visibilidad a la campaña. Al final la meta es llegar a esos US$ 14.850. Así que, plomo.

Como siempre, para nosotros es un honor y un compromiso tener su atención. Queremos crecer y ser mejores, y queremos hacerlo con ustedes.

Sabemos que a la mayoría de los periodistas, y la verdad, cualquier persona que trabaja en un medio de comunicación en Venezuela, tienen que matar varios tigres para vivir. Y nosotros no queremos periodistas matando tigres, no los queremos parados de cabeza y hablándoles al revés. Queremos darles una casa para que crezcan y hagan escuela. Y para que puedan enfocarse en lo que mejor saben hacer: contar historias.

Pueden pasar a la página de la campaña haciendo clic aquí o donar directamente abajo. Un millón de gracias.