Un libro para aprender a vivir con la nostalgia de Venezuela

Mitad volumen de collage digital, mitad bitácora de citas para la vida migrante, este proyecto de Luis Bonilla Millán propone trascender el lamento por lo perdido para abrazar lo que no nos pueden quitar

La cita de Cioran en ese collage de postales resume el espíritu del libro: "No se libran batallas en nombre de una nostalgia"

Foto: Luis Bonilla Millán

Los Amuletos de Luis Bonilla Millán no son precisamente pepas de zamuro, patas de conejo o pulseras de azabache. Son imágenes de sueños que quisieras haber tenido. El gran Alejandro Otero de Plaza Venezuela emergiendo de la atmósfera. La escultura de Barrios en La Castellana clavada en una bajamar plateada. El pastor de nubes de Arp como una torre más de Parque Central. El monumento solar de Cruz Diez en Barquisimeto como pista de baile de dos niñas-diosas. Y las nubes de Calder en torno a Carlos Raúl Villanueva, encima del valle de Caracas, o como una pista de baile en el vacío. 

Y cada página, cada collage digital, tiene una cita. Algo que este arquitecto venezolano ha ido leyendo y anotando a lo largo de su experiencia migratoria, y que le pareció que nos puede servir a los demás. Son palabras de Karl Popper o de Alejandra Pizarnik o de Rainer Maria Rilke, pero también de Gego, de José Ignacio Cabrujas, de Aquiles Nazoa, de Sofia Imber o de Elizabeth Schön. “Estando en Venezuela aprendí cosas que llevo conmigo siempre y forman parte de mi filosofía de vida”, explica Bonilla Millán. “Han sido ideas útiles que son completamente aplicables y adaptables en cualquier parte del mundo, algunas de las cuales vienen de personajes importantes de nuestra cultura, casi totalmente olvidados o ignorados”. 

Un motivo que abunda en estos collages es la reimaginación de obras muy conocidas en contextos insospechados, para darle la vuelta a la iconografía sobre nuestro país que hemos fijado dentro de nosotros

Foto: Luis Bonilla Millán

Este libro fue hecho desde la migración y en la pandemia, y a partir del desacomodo frente a la manera en que hemos ido anquilosando el relato de nuestra súbita emigración, como un lamento lleno de dolor pero demasiado limitado en sus ideas y sus símbolos, demasiado apegado a las marcas de las chucherías y a la objetificación de ciertos paisajes —igual que lo haría un gobierno o una televisora— , que reducen toda nuestra complejidad a unos clichés, y crean una leyenda dorada del pasado que desahucia el presente.

“Empecé a ver la limitación y frivolidad en cuanto a la idiosincrasia del fenómeno migratorio traducida a imagen. Parece que todo lo que representa a un país como Venezuela son unos platanitos, una cachapa o una playita. Las pocas imágenes que veía que hacían traducción de un fenómeno tan complejo como creciente, eran superficiales y no aportaban nada. No se comparten ideas, ni logros que se puedan adaptar a las dinámicas fragmentadas del presente; al contrario, hay una nostalgia contemplativa y pasiva en donde no se transmite el uso de conocimientos, herramientas o ideas, sino la muestra de otras épocas mejores que jamás volverán”.

Este libro Amuletos, con una calidad de ejecución inusual en las obras publicadas por sus propios autores mediante Amazon, responde también a la necesidad de Bonilla Millán de compartir un patrimonio intelectual valioso con el que es cada vez más difícil hacer contacto, por culpa del desprecio del Estado, del destrozo de nuestros circuitos de educación y difusión, y de las brechas que crean el relevo generacional y la distancia geográfica. 

Quería que otros recibieran el conocimiento que él recibió en la Venezuela en que creció. “Entendiendo que las experiencias aprendidas en Venezuela, así como lo que puedes leer en distintos contextos, funcionan como estrategias de pensamiento y de actuar que son útiles y valiosas sin importar el lugar, empecé a hacerme la pregunta de cómo poder transmitir algunos de estos conceptos a la gente que se ha ido del país o se irá en el futuro próximo”. 

Hay muchas maneras de leer cada collage y la relación con la cita que lo acompaña

Foto: Luis Bonilla Millán

La mejor manera que encontró Bonilla Millán de reunir a Imber o a Cabrujas y compartirlo con otros migrantes, fue este libro que se puede comprar desde varios países, mientras logra que una editorial con mayor capacidad de difusión se interese en él. “Creo que la forma en la que haces llegar este producto en este contexto migratorio es casi tan importante como su contenido y mensaje”.

Lo que menos quería era echar más fuego a la fogata en torno a la cual nos gusta sentarnos a llorar por el mundo perdido. “El título responde a una recopilación de imágenes independientes que generan buena suerte, sabiduría y esperanza en cada caso particular de migración. Algo así como un kit de ayuda gráfica y escrita que te puede dar un poco de coraje, valentía, aguante”. 

«Uno no puede vivir en la añoranza», dijo Pedro León Zapata. «El mundo es como es y hay que ser feliz en él».

Foto: Luis Bonilla Millán


Amuletos, de Luis Bonilla Millán, está disponible en edición por demanda en Amazon en varios territorios. Estos y otros collages del artista se pueden ver en Instagram.