Edición tras edición me repito que los Premios Pepsi Music miden la popularidad de los artistas venezolanos. Sin embargo, reina la inconformidad con los resultados y la forma en que se usa la plataforma. Si nos guiamos por las presentaciones de la ceremonia final y sus ganadores, podríamos decir que en Venezuela hay poco menos de diez proyectos musicales.
El método usado en esta premiación es el siguiente: Los proyectos musicales deben optar a la nominación siguiendo ciertas reglas en cuanto a las fechas de estreno de sus canciones, luego la Academia de los Pepsi Music elige las que, a su juicio, son las mejores. Los premios se dividen en categorías y según los géneros. Tras tener la lista de nominados se abre una fase de votación, de la que se encarga el público, el cual vota por su favoritos en la página web oficial del evento.
La marca afirma que los premios son una plataforma que busca resaltar el talento venezolano, aunque el talento queda opacado por la popularidad en las votaciones, y por el hecho evidente de que no hay espacio para que más propuestas se den a conocer. Eso aunque en cada edición la Academia Pepsi Music, liderada por John Fabio Bermúdez, agrega nuevas categorías.
En nueve años han pasado de 51 a 87, distribuidas en 22 géneros musicales. Entre las nuevas incorporaciones está Artista Femenino, Cantautor, Trap y otras relacionadas con la producción de contenido para redes sociales.
Con esta ampliación se ha buscado cubrir muchos más espacios donde destacan venezolanos. Pero como los nominados son pocos, los que conocen los miembros de la Academia y los más cercanos a la cultura venezolana, hay más premios pero no hay sorpresas con los ganadores.
Más de 6.000 proyectos postulados
Lo cierto es que a la música venezolana no la representan los pocos ganadores de siempre, ni los que son parte de las presentaciones de cada espectáculo. Y claro que no es suficiente una hora y veinte minutos de programa televisado para dar a conocer todo lo que está sucediendo en la música del país.
Según los Pepsi Music, en esta novena edición, que se transmitió el 25 de septiembre pasado por Televen, más de 120 académicos especializados en diferentes géneros revisaron las más de 6.000 propuestas recibidas y de estas seleccionaron 340.
Los artistas no consagrados ven la nominación como un logro, aunque no les garantice esa proyección que, al final, es lo que necesitan para poder mantenerse. A ellos se les ve más pendientes en redes sociales, compartiendo que las votaciones están abiertas, buscando votos dentro de su pequeña comunidad. Pero no logran gran proyección porque el público no está interesado en revisar una larga lista de 340 propuestas, y va a lo seguro. Los votantes incluso se saltan las categorías destinadas a géneros específicos y se enfocan en las más generales donde aparecen los artistas que ya conocen.
Los medios de comunicación, por su parte, suelen centrarse en los nominados en las categorías generales: Artista Revelación, Artista, Canción, Video y Disco del Año, sin resaltar demasiado a los nominados y ganadores de los demás renglones. En ese punto es donde hay que trabajar, pues Pepsi Music no puede considerarse una eficiente plataforma del talento venezolano si solo beneficia a los que ya tienen cierto reconocimiento e ignora a los que aún lo siguen buscando.
Corina Smith y las intérpretes mujeres
“Ya perdí la cuenta”, dijo la cantante Corina Smith al recibir su cuarto Pepsi Music como Artista Femenino. Pero la cuenta se saca fácil, pues esta categoría existe desde la edición de 2018 y solo ella la ha ganado.
Con ella competían esta vez Andrea Paola, Irepelusa, Katie Angel, Mabel Yeah y Nina Fresh. Pero es natural que Smith sea considerada por Pepsi Music como la intérprete mujer con más popularidad del país. Ella es imagen de la marca Pavitas de zapatos y ropa, por lo que su foto está en todos los centros comerciales y sus canciones son parte de campañas publicitarias para televisión y otros medios.
Otra ventaja que tiene Corina Smith es que en esta novena edición de nueve performances musicales solo dos fueron liderados por mujeres: Betsayda Machado y, claro, la ganadora ya mencionada. En sus interpretaciones, ambas estuvieron acompañadas de intérpretes masculinos. Cheo Hurtado, Francisco Pacheco, Nené Quintero y los Gaiteros del Pozón, junto a Machado. Eladio Carrión y Lenny Tavarez, junto a Smith. Y es que en esta categoría hay un problema adicional: que la oportunidad de difusión para las mujeres es menor.
Comprobarlo es sencillo. Probemos revisar la playlist de Spotify o cualquier plataforma en la que alguien consuma música y contemos cuántas artistas venezolanas aparecen. Otra prueba es revisar el cartel de los pocos festivales que se han realizado recientemente y comprobar que hay, como máximo, una mujer en cada uno.
Son pocas las artistas que quedan en Venezuela con proyectos musicales activos. Muchas han comenzado su carrera musical fuera del país y no sabe que son de acá. Pero a pesar de esta falta de proyección en el país, son las que más logros internacionales tienen. Algunos ejemplos son Nella Rojas, Linda Briceño, Elena Rose y Arca.
Hay que mencionar sin embargo otras cantantes que logran ser nominadas y premiadas fuera de las categorías principales, televisadas y reseñadas por medios: Inés María Bravo (Música del Mundo), Alicia Banquez (Jazz), Prisca Dávila (Jazz), Rosa Esber (Jazz), Ana Paola Rincones (Música tradicional venezolana), MV Caldera (Música tradicional venezolana), Fémina (Trap), DREA (Trap) y Daniela Barranco (Artista Refrescante).
¿No hay nada nuevo?
Este año, en la categoría Artista Revelación solo hubo cuatro nominados: Irepelusa, Lagos, Nakry y Noreh. Que haya tan pocos participantes en este renglón no es justo, porque sabemos que son muchos más los artistas nuevos en diferentes géneros. Lo mismo que pasa en las categorías femeninas, vale para otras: el proyecto de mayor trayectoría gana y es destacado año tras año.
Desorden Público —se sabe—, es la banda de ska líder en Venezuela y Latinoamérica. Y cada año son nominados junto a otras agrupaciones, que también intentan encontrar un lugar en el género. Están, por ejemplo: Doctor No, Eli Ray, Jahazielband, Lefem y Ska Jazz Messengers.
El mismo caso sucede con el género Jazz y Gerry Weil, otro gran artista y toda una referencia. Pero nos hacemos la misma pregunta: ¿es Weil el único jazzista en Venezuela? Habría que nombrar y dar más notoriedad a César Orozco, Chipi Chacon, Gabriel Chakari, Oreste Gómez, Vladimir Quintero y muchos otros. Venezuela es muy rica en jazz.
En una industria en la que el algoritmo tiende a favorecer a unos pocos y a ocultar a los demás; en una nación donde hay tanto talento que intenta darse a conocer entre la doble complicación de la desertificación de medios en Venezuela y la invisibilidad de la migración; Pepsi Music debería ofrecer al público más información sobre los criterios para las nominaciones, presentar cosas nuevas, ayudar a la visibilidad de los músicos de calidad poco conocidos y crear más posibilidades para más artistas.
Podrían comenzar por destacar que en Venezuela la cultura sigue viva, y no solo por unos pocos que son muy conocidos, sino porque muchos jóvenes siguen creando, componen e interpretan música de gran calidad, innovan y fusionan géneros, se abren paso poco a poco y ayudan a construir un universo musical mucho más rico del que parece.