Bienvenidos a la isla de música de Irepelusa 

Irene López acumula audiencia dentro y fuera del país con su collage de R&B, hip hop e indie rock con influencias del Caribe. Es parte de una movida del oriente venezolano que aprendió a usar los nuevos canales para llegar adonde sea

Irepelusa cree en alimentarse de géneros musicales del pasado y en apoyarse en la colaboración del mundo alternativo para difundir su trabajo

Foto: Medium

“Si mi música fuera un lugar sería Isla de Plata», me comenta Irene sonriendo cuando logramos por fin conectar la videollamada para comenzar la entrevista. «Es una playita hermosa que forma parte del Parque Nacional Mochima. Está en Guanta, en una esquina donde la arena es blanca y cristalina”. Su voz es suave, tiene par de mechones azules en el pelo y sonríe con tranquilidad mientras conversamos. Irene se perfila como una de las representantes actuales de la música independiente venezolana con mayor proyección internacional —su video Pan con miel tiene casi dos millones de reproducciones en YouTube—  con un sonido curioso, que trae la suavidad de un lo-fi tropical, mezclado con la nostalgia retro de las playas que muchos recordamos haber visitado de pequeños. Desde el rap hasta el bolero, Irepelusa tiene algo que la conecta rápido con las nuevas generaciones.

Irene nació en Puerto La Cruz. Cuando era muy pequeña, se mudó al estado Trujillo y fue ahí cuando empezó su relación con la música, al integrarse al Sistema de Orquestas Juveniles e Infantiles tocando el violín. Cinco años después regresó a su costa. Allá su abuela la apoyó con su sueño de seguir en la música, inscribiéndola en clases de piano; pero cuando su maestra dejó de darle clases, Irene decidió continuar por su cuenta y pidió una guitarra para su cumpleaños. “Al principio me costaba componer mis propias canciones, entonces practicaba tocando covers”, recuerda. Ya más adelante, en 2016, se junta con unos amigos en su primera experiencia junto a una banda de indie rock llamada Polyman.

Con Polyman participa en el Festival Nuevas Bandas y lo ganan, lo que les da la oportunidad de grabar un EP. En estos eventos conoce a los muchachos de Piso 8, un colectivo creativo fundado en Anzoátegui por allá en 2014, con miras a constituirse como un sello discográfico y productora especializada en hip-hop y sonidos urbanos con destellos tropicales. 

“Yo realmente no tenía mucho conocimiento de la movida del hip-hop en Venezuela o del rap en América Latina. Cuando los conocí me pareció súper interesante. Para ese momento se terminó mi proceso con Polyman y comencé a participar en los jamming (improvisaciones musicales) que hacían los chicos de Piso 8. Es allí donde nace Motherflower e IrePelusa. Con ellos fui poco a poco descubriendo cosas que no sabía que podía hacer y que mi interior quería expresar”.

Junto a este colectivo integrado no solo por músicos y raperos, sino también por beatmakers, fotógrafos, diseñadores y productores musicales, nace su primer proyecto como Irepelusa: «Carledos». “Este tema salió de echar broma en el estudio y de mi admiración por la cantante Willow Smith, fue un freestyle con cover a la vez. Tuvo muy buena recepción. Luego los muchachos de Piso 8 se fueron de gira a Colombia, pero yo no les pude acompañar ya que estaba terminando mi carrera de ingeniería en ese momento”.

Ire en esa época hacía algunos malabares entre su carrera y su vida en la movida musical. En su familia  deseaban que siguiera una ruta más tradicional como ingeniera. “Siempre he creído que hay que cerrar una etapa antes de empezar otra. Fue un tiempo para reencontrarme y respirar. Escribí ‘Pan con miel’ y le dije a Freddy Méndez (Veztalone, director creativo y conceptual de Piso 8) le digo: ‘Mira, tengo esta canción totalmente en inglés, escúchala’. Y él me respondió: ‘Hay que grabar esto ya. Pero vamos a traducir una parte en español”.

El tema, una sencilla y serena tonada R&B con un beat lento y nostálgico, fue un éxito instantáneo en la red. “Cuando la sacamos me dijeron que no fuera a desilusionarme si la canción no tenía el mismo empuje que la anterior. Pero yo nunca espero nada de algo, creo que ilusionarse es lo peor, prefiero que me sorprendan. ‘Pan con miel’ cayó en ese algoritmo viral de YouTube y fue el empuje que faltaba para estar hoy aquí donde estamos”.

Lo que presenta Irepelusa puede recordar fácilmente a lo que encontramos en artistas internacionales como Jorja Smith, Kali Uchis, Sza, Doja Cat y todo ese team de mujeres que lidera la música pop ahora mismo.

Es muy curioso observar cómo en medio de una escena dominada por temas más agresivos, explícitos y políticos —como lo es la tradición de la música urbana local— aparece Irepelusa a traernos una serie de temas tranquilos con letras sobrias e íntimas. “Una chica sencilla / Sembrando una semilla / De a poco, como hormigas / Traje miga por miga”, canta en uno de sus temas, que afirma escribió pensando en su niña interior.

Hablamos sobre cómo dentro de la industria musical actual hay esta tendencia cíclica de revisar el pasado y experimentar con nuestra herencia para traer sonidos nuevos. Personajes como Rosalía o Nathy Peluso navegan en esos márgenes creativos y trabajos completos, como el reciente disco El Madrileño de C. Tangana, son un homenaje muy bien pulido al legado de la música en español. Ire afirma que trabaja en esa línea, revisando esos sonidos que nos recuerdan a nuestra familia y nuestra gente, más allá de querer siempre pegar en un mercado saturado de los mismos estilos. Su bolero “Tan Poco” es una muestra de ello.    

“Cuando estaba con Noreh (Javier Triviño) que es compositor de Tan poco y Mangus (Gustavo Ovalles), les dije: ‘Yo quiero hacer un bolero que no se vaya lejos de lo que somos nosotros’ y cuando me mostraron el tema dije ‘este es’. Y te lo juro, esa canción no la puedo escuchar porque me da demasiado sentimiento, recuerdo que la grabé para mi abuela. Es como que me eriza la piel y digo: ‘Dios mío, no puede ser… ¿Cómo voy a hacer cuando me toque cantarla en vivo?’. Porque no sabría cómo controlar la emoción que me genera y no ponerme a llorar. A pesar de que no la escribí completamente yo, siento como si lo hubiese hecho. El bolero es una línea dentro de mí”.

“Tan poco” fue bien recibida en línea, acompañada por un video en YouTube con una línea conceptual simple y honesta. Irene no descarta seguir adentrándose en la mezcla de sonidos clásicos y modernos en esa travesía orgánica por conseguir la esencia de aquello que la ayude a transmitir lo que siente. Confía muchísimo en su base de fans en internet y en seguir trabajando con pequeñas productoras alternativas.  

“Es muy bonito trabajar de manera independiente y poco a poco llegar a vivir de los resultados que te da tu propia música. Claro, realmente son los shows en vivo lo que nos ayuda, casi todo lo que nosotros generamos de nuestras plataformas sigue siendo directamente invertido en nuevo material”.

Irepelusa se ha convertido poco a poco en parte del soundtrack centennial nacional —dentro y fuera del país—, con su imaginario retro y Polaroid, de patinetas, casas rodantes, romances juveniles y escapadas a la playa.

Le pregunto si se siente parte de esa corriente actual que revive la nostalgia por un mundo de hace treinta años: “Creo que no solo de los noventa sino también de los dos mil. Yo he visto el regreso de esta moda y siempre me digo: ‘Brother, que vuelva todo menos los pantalones bota ancha. Por favor’ (risas). Pero igual me parece algo genial. Creo que es por temporada también, en mis próximos trabajos creo que habrá guiños a esto, no solo en lo visual sino también musicalmente”.

Parte del éxito de Irepelusa se debe a que es justo la música que necesitábamos en este momento. La cruda verdad es que en un lugar donde desapareció poco a poco la radio y la televisión, sin festivales musicales o conciertos masivos, sin revistas culturales y con un acceso limitado a internet, es esperanzador tener a una chica de nuestra cuadra componiendo sus propios temas y sonando suavemente en el playlist de Farmatodo. 

“En este momento estoy en el proceso de terminar mi disco, ha sido muy complicado porque realmente si siento que no está listo, no te lo voy a entregar así como así, prefiero esperar. Aparte, estoy produciendo algo personal donde yo misma haré la instrumentación y montaré todo. No diré tanto, porque soy de las que cree que si uno habla mucho, no se dará. Sin embargo, se vienen varias sorpresas por ahí”.