Acervo Histórico del estado Zulia: un yacimiento inexplorado de memoria

En el mismo edificio en Maracaibo donde está la biblioteca María Calcaño, este archivo abierto a los investigadores tiene mucho material en buenas condiciones e instalaciones que funcionan

El archivo comparte sede con la Biblioteca y forma parte de la institución Acervo Histórico del Zulia

Entender que los documentos manuscritos tienen valor histórico y son una herencia preciada, nos lleva a la preservación y a la conservación de los llamados “papeles viejos”, por el rol clave que cumplen en las memorias colectivas y en la reconstrucción de pasados. 

Con esta idea —y con la voluntad de rescatar un patrimonio regional—, se creó el Archivo Histórico del Estado Zulia en 1941. Fue una iniciativa del entonces gobernador Héctor Cuencas, quien quiso fundar una institución que recuperase documentos administrativos importantes del Estado, les brindara un tratamiento de preservación, los catalogara y los pusiera a disposición de investigadores preocupados por el rescate de la historia de la región.

Con el tiempo, muchos de los manuscritos antiguos se deterioraron y se sumaron al Archivo muchos más documentos. Luego, en 1974, un momento en el que creció el interés por rescatar estatuas, monumentos, objetos y prendas patrimoniales, se creó una nueva institución: el Acervo Histórico del Estado Zulia, que pasó a administrar el Archivo Histórico, la Casa de la Capitulación y el Museo Histórico General Rafael Urdaneta. Estas tres instituciones resguardan obras pictóricas y piezas numismáticas, manuscritos y libros. 

La sala de lectura en la sede de la avenida El Milagro

Para la década de 1980, varios historiadores convirtieron al Acervo Histórico del Zulia en su taller de trabajo, por un renovado interés por la historia regional. Entre ellos estuvieron: Germán Cardozo Galué, Rutilio Ortega, Belín Vázquez, Ileana Parra Grazzina, Manuel Zuzarine, Ligia Berbesí, Arlene Urdaneta, Dilian Ferrer, Marisol Rodríguez y Ángel Rafael Lombardi.

Sus investigaciones muestran la riqueza documental del archivo, pues tratan de distintas épocas y desarrollan estudios tan distintos como los económicos, políticos y culturales referidos a la manumisión, la esclavitud, las casas comerciales, la vida cotidiana, la industria azucarera y la educación. Otros investigadores han hecho estudios genealógicos, constitucionales, arquitectónicos, geohistóricos, de espacios urbanos y patrimoniales. El trabajo de todos ellos ha permitido comprender la particularidad regional en el marco de la construcción del Estado Nacional.

Hoy el Acervo Histórico del Estado Zulia es una institución adscrita al despacho del Gobernador, y desde 2008 está instalado en un edificio que comparte con la Biblioteca Pública María Calcaño, en la avenida El Milagro de Maracaibo. Forma parte de ese Acervo el Archivo General del Estado Carlos Medina Chirinos, abierto a investigadores y al público en general, quienes cuentan allí con una sala para consultar materiales, con asesoría y con atención por parte del personal encargado. 

El segundo fondo documental de Venezuela

En 2016, más de 600 tomos pertenecientes a Tierras, Escribanías y Expedientes Judiciales Criminales y Civiles del Registro Principal del Estado (fechados desde el año 1888) fueron trasladados a la sede principal del Acervo Histórico.

Con 2,6 kilómetros lineales de documentos producidos entre los siglos XVI y XXI, el Archivo General Carlos Medina Chirinos es el segundo fondo documental del país, luego del Archivo General de la Nación.

Aquí hay Gacetas estatales y nacionales desde el siglo XIX hasta el presente. Planos y mapas con valor histórico, arquitectónico, social, cultural y patrimonial. En la Fototeca Arturo Lares Baralt se desarrollan investigaciones sobre el hecho fotográfico zuliano y hay colecciones de imágenes que van del siglo XIX al XXI. Se dispone además de una bibliografía zuliana y de manuscritos y documentos resguardados en el Fondo Documental. Pero la mayoría de esta documentación espera por trabajos profundos de investigación.

El Archivo General del Estado Carlos Medina Chirinos tiene documentos que se remontan a la época colonial: los más antiguos son de 1790.

Entre los períodos más abordados por historiadores e investigadores regionales está el siglo XIX. Como contraparte, los documentos menos explorados son los del siglo XX. Esto se debe en gran medida a su desorganización, que dificulta acceder a ellos, y en consecuencia hay poca o ninguna investigación sobre este período. Los documentos del siglo XX, casi en su totalidad, son folios sueltos organizados por años en cajas adecuadas para su conservación, pero están a la espera de que se los clasifique, catalogue y digitalice.

La Seguridad Nacional, institución policial del gobierno dictatorial de Marcos Pérez Jiménez (1950-1958), por ejemplo, es uno de los grandes temas abandonados por la investigación. Los documentos centrales de este organismo represivo desaparecieron de su sede en Caracas cuando cayó la dictadura, pero en en este archivo regional hay un volumen considerable de materiales en resguardo y a disposición de historiadores.

La memoria petrolera por redescubrir

En el fondo documental del siglo XX hay también abundante documentación inédita sobre la materia petrolera. Es lamentable que estudiosos no hayan podido abordar en sus trabajos fuentes que reposan en este archivo, como los registros para estudiar el sindicalismo petrolero, la participación de las compañías extranjeras, el problema de los derrames, el surgimiento de campos petroleros y de barriadas a su alrededor, las solicitudes de las comunidades a las compañías petroleras de atender servicios públicos como el agua potable, la electricidad, la construcción de carreteras, la red de gas doméstico, entre otros. Asimismo, hay documentos sobre la relación del Estado con las compañías petroleras (puntos de encuentro y antagonismos), la materia impositiva y la nacionalización de la Industria. 

Personal especializado del Acervo Histórico del Zulia trabajando en la preservación de parte del archivo

El fondo documental del siglo XX tiene dos carencias principales: la restauración y la digitalización. Aunque se han adelantado acciones para preservar documentos y tratar de prolongar su vida útil, han sido muy básicas. El barrido manual, el tratamiento de folios con microorganismos fúngicos y la separación de documentos infectados son algunas de las labores desarrolladas por la dirección del archivo. La digitalización es necesaria entonces, primero, para protegerlos, porque al manipularse los documentos se los expone a agentes externos que pueden continuar degradándolos. Pero, además, porque al contar con copias digitales se acortará la distancia para su consulta y será posible consultarlos desde cualquier parte del globo terráqueo.

La posibilidad de alianzas para modernizar y ampliar el Acervo Histórico es factible y viable desde el punto de vista legal, pues esta institución puede celebrar convenios con organismos públicos o privados, estatales, nacionales e internacionales que garanticen su progreso y su desarrollo. Un ejemplo de estas alianzas son las iniciativas que la Red Historia Venezuela desarrolla en Caracas con archivos locales. Nuestro objetivo debe ser aunar esfuerzos y voluntades para darle voz a las memorias silenciadas por el desorden y el desinterés, y potenciarlas con el trabajo colectivo.


Esta pieza es una versión de una entrevista realizada por Marcus Golding a Dervi Vílchez, investigador del Acervo Histórico, a través del canal de podcast NewBooksNetwork_ES. Para escucharla completa haz clic aquí.