Reabriendo las puertas del parlamento

Así fue la cadena de eventos mediante la cual Juan Guaidó terminó juramentándose como presidente encargado en la Asamblea Nacional, pese al cerco de la GNB y el acoso de los colectivos contra los diputados y la prensa

Imágenes como esta corren por la prensa internacional: el joven líder civil encarando a los militares armados

Foto: Iván Reyes

El Palacio Federal Legislativo y sus alrededores amanecieron otra vez tomados por la GNB. La razón era la celebración de la sesión ordinaria de la Asamblea Nacional más la pantomima convocada por el autoproclamado Luis Parra, “electo” sin quórum ni votos verificados pero con el apoyo del chavismo. Franklyn Duarte llegó identificándose como primer vicepresidente del Parlamento y uno de los militares le preguntó: “¿El vicepresidente de cuál asamblea?”. La propia GNB ignora a los miembros de la farsa impuesta por el chavismo. 

La fracción Clap, encabezada por Parra, entró al hemiciclo y fingió iniciar una sesión ordinaria sin el quórum necesario. Parra dijo que había «mayoría evidente» pero ni siquiera los diputados chavistas estaban completos y había personas ajenas al parlamento ocupando las curules de legisladores opositores, como denunció la diputada Manuela Bolívar desde el palco de prensa. El parlamentario William Barrientos mostró una lista de asistencia que demostraba la falta de quórum. Los presentes en la farsa aprobaron un acta del 5 de enero e hicieron rápidos “debates” sobre la crisis del combustible, la liberación de los presos políticos y la recuperación del poder adquisitivo. Entre tanto, la GNB mantenía cerradas las puertas del Palacio Federal Legislativo e impedía la entrada de los demás diputados y de la prensa. Varios civiles custodiaban las escaleras de la presidencia del Parlamento mientras Parra estaba allí. ¿Quiénes eran?

La diputada Manuela Bolívar en su segundo contacto cercano con el plástico de la represión en tres días

Foto: Iván Reyes

Llegar, caminar, entrar

Los 100 diputados que eligieron a la nueva junta directiva de la Asamblea Nacional se reunieron antes en la sede de Acción Democrática. De ahí se fueron en caravana al Palacio Federal Legislativo y tuvieron que caminar hasta la entrada oeste, donde comenzó el forcejeo que incluyó ataques de los colectivos ante la absoluta inacción de militares y policías. “No es la Guardia la que decide quién es diputado y quién no. Es el pueblo quien lo decidió y quien debe decidir el futuro”, dijo Guaidó después de romper el cerco militar que les obstaculizó la entrada. “Ahí no hay ninguna sesión, hay unos violadores, unos cómplices de la dictadura, una montonera asaltante que no tienen quórum reglamentario, que no tiene la mayoría y que no fue instalada”.

“Aquí manda el pueblo, no los militares”, decían en los jardines del Palacio Federal Legislativo, mientras en la farsa de Parra se designaban las comisiones que notificarán al resto de los poderes públicos el inicio de las actividades del primer período ordinario, tarea que de cumplirse debería acabar con el desacato impuesto por el TSJ. Parra propuso la creación de una comisión especial para lograr el “reencuentro del Parlamento” y para «dar garantías a las normas del respeto y la norma constitucional». Después de esa idea dio por culminada su pantomima (que no duró una hora), y salió raudo del hemiciclo. Era casi las once de la mañana y los diputados opositores estaban ingresando al fin al hemiciclo para instalar el nuevo período de sesiones, luego de  empujar las puertas que un cordón de soldados mantenían cerradas. Parra y sus custodios huían por los jardines acelerando el paso, pero el diputado José Brito, quien en la falsa sesión explicó vehemente por qué un cobarde no puede ser un líder, estaba en el hemiciclo al momento del ingreso de la mayoría parlamentaria, y le regaló al país una secuencia de hiperventilación memorable

Esta vez la GNB fue rebasada. Los que sí pudieron actuar a gusto fueron los colectivos

Foto: Iván Reyes

Guaidó tomó posesión de la tribuna del hemiciclo y los diputados entonaron el Himno Nacional. Afuera los paramilitares agredían a trabajadores de la prensa e impedían la entrada de otros parlamentarios. «Aquí no hay dos parlamentos. Hay un solo país», dijo Guaidó. Tras instalarse la nueva directiva, cortaron la energía eléctrica de la sala.

Guaidó ratificado

Con la luz de un teléfono celular alumbraron al Secretario para la lectura del acta de la sesión del 5 de enero. El diputado Henry Ramos Allup explicó la importancia institucional de esta acción: el nombramiento de una nueva junta directiva se oficializa con la lectura y aprobación del acta de la sesión de votación. Conste, Parra no mostró el acta de su autoproclamación. El primer vicepresidente del Parlamento, Juan Pablo Guanipa, tomó juramento a Juan Guaidó como presidente encargado de Venezuela. Él respondió: “En nombre de quienes no tienen voz, de las madres que lloran, de los presos políticos. En nombre de Venezuela, juro cumplir con los deberes de Presidente encargado”. Así, la Asamblea Nacional invistió de nuevo a Guaidó, una decisión que ratifica el desafío de la oposición a Nicolás.

Un buen día para Guaidó: logró entrar y ser juramentado como presidente encargado en el hemiciclo

Foto: Iván Reyes

Heridos y robados

En el forcejeo para ingresar al hemiciclo de la Asamblea Nacional al menos cuatro diputados resultaron heridos por la acción de funcionarios de la Guardia Nacional: Desiree Barboza, Manuela Bolívar, Elimar Díaz y Luis Lipa. Ciudadanos opositores y trabajadores de la prensa sufrieron graves agresiones por paramilitares del chavismo, insisto, ante la inacción de los cuerpos de seguridad del Estado. Entre los periodistas agredidos están el reportero de Venevisión Manuel Cobela, quien quiso ayudar al corresponsal de El País, Francesco Manetto, mientras ambos eran golpeados y despojados de sus pertenencias y equipos de trabajo. Según denuncia el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP), también fueron golpeados Ana Rodríguez y Maiker Yriarte (de Telemundo), por los escoltas de Luis Parra, e intentaron quitarle el teléfono a Adriana Núñez Rabascal (Unión Radio). La salida al término de la sesión también fue traumática: diputados, trabajadores y periodistas quedaron atrapados en el edificio administrativo de la Asamblea Nacional por la acción de paramilitares chavistas que solo se replegaron cuando la PNB tomó el control del estacionamiento del edificio.

La de esta mañana fue una victoria civil. El ingreso al Palacio Federal Legislativo y la realización de la sesión tienen un valor simbólico y uno pragmático: la civilidad le ganó a la barbarie, así como la norma le ganó a la farsa. El Poder Legislativo recuperó su sede y cumplió con el protocolo. El chavismo recreará su retaliación, pero, Duarte no fue identificado, Brito hiperventiló, y Parra huyó por el jardín, corriendo.

Seguimos.