Una orgía de jóvenes privilegiados en un país que se desmorona

Jezabel, la adaptación cinematográfica de esta novela de Eduardo Sánchez Rugeles, dirigida por Hernán Jabes, ya empezó a ganar premios en festivales y a interesar al público, por su nivel de producción y su audacia

Esta película viene de una novela negra, y en ese sentido explora el nihilismo de una parte de la población en un momento de violencia y sinsentido

Foto: Jezabel Film

La actriz Eliane Chipia no cree en las casualidades. Hace siete años le propusieron interpretar a un personaje llamado Eliana Bloom, a quien le dicen Eli, como a ella, y que como ella también sufrió de abuso físico y psicológico en el pasado. La Eli de la ficción no logró salir con vida, pero la actriz ha logrado hacer catarsis a través de la adaptación cinematográfica de Jezabel, dirigida por Hernán Jabes.

Confiesa que antes no había leído la novela en la que se basa la película, de Eduardo Sánchez Rugeles, publicada por Ediciones B, en una colección de novela negra llamada Vértigo. La historia se centra en el violento asesinato de una joven en un apartamento de Terrazas del Ávila, Caracas. Pasados los años, un amigo de la víctima revive cada momento que compartió con ella antes de su asesinato, lo cual conduce a asomarse a la adolescencia de un grupo dentro de una burbuja de privilegios mientras el país enfrenta su peor momento.

Pero cuando el productor de cine Adrían Geyer le propuso el personaje, Eliane Chipia leyó el guión en cuestión de horas. Cuando terminó eran las dos de la mañana, pero igual le escribió a Geyer diciéndole que estaba muy emocionada por el papel. 

Pasaron siete años entre adaptación, producción, pandemia y postproducción, hasta que Jezabel se estrenó en marzo en la edición número 40 del Miami Film Festival. Luego fue elegida para competir en el BCN Film Festival en Barcelona, España, donde se reconoció al actor Gabriel Agüero con el premio Mejor Actor de la edición.

El elenco del film está compuesto por Eliane Chipia, Shakti Maal, Johanna Juliethe, Gabriel Agüero, Erich Wildpret, César Cova, Héctor Manrique, María Conchita Alonso, Diana Volpe y Giovanni García

Foto: Jezabel Film

El cineasta Hernán Jabes leyó la novela en 2015, justo un año después de su publicación. Al terminarla, era claro que tenía que llevar esa historia al cine. “Me produjo un sentimiento inmediato y quería ya transformarlo en cine. Me atraparon el desparpajo y la grosería de la novela. Poco analizamos el poder que tienen las clases privilegiadas en el manejo y la construcción del país. Su acciones políticas y sociales influyen más en una sociedad que las de la gente con más necesidad o carencias”. 

Hernán Jabes es conocido por los largometrajes Macuro, la fuerza de un pueblo (2008) y Piedra, papel o tijera (2012). Para él, hay ideas, libros e historias que se escuchan que pueden convertirse en una película. No cree que ande por las calles como un perro sabueso en búsqueda de una, pero sí asegura que hay un montón de lugares e inspiraciones. “Uno ya está con el radar prendido inconscientemente”, dice. 

Jabes no conocía ni profesional ni personalmente al escritor, pero esto no impidió que lo buscara y le propusiera hacer la adaptación cinematográfica. Desde el momento que leyó el libro tuvo en mente a los actores que interpretaría cada personaje, pero sus planes fueron cambiando y finalmente el elenco quedó conformado por Gabriel Agüero (Alain), Eliane Chipia (Eli), Erich Wildpret (Salvador), Johanna Juliethe (Loló) y Shakti Maal (Cacá).

Poco a poco, durante año y medio, se logró hacer la adaptación de la novela a un guión de cine. Para ese momento el escritor venía justamente de adaptar su novela más famosa, Blue Label/ Etiqueta Azul, que fue dirigida por Alejandro Bellame.

En dos tiempos

Jezabel es una película cruda. Puede ser difícil terminar de verla aunque se quiera. Está narrada en dos tiempos, desde una Venezuela futura en la que Alain cuenta a Salvador, un periodista, la historia del asesinato de su buena amiga de adolescencia, Eliana, durante los años del chavismo. El pasado está marcado por fiestas, excesos y orgías de Alain, Eliana, Cacá y Loló, quienes representan una clase alta que no ve un futuro prometedor y crea su propia burbuja. En el futuro, desde el cual se cuenta la historia, Alain está atormentado por sus recuerdos. 

Esto permitió que Jabes rodara la película en dos partes para administrar sus recursos y la agenda de sus actores. El actor Gabriel Agüero comenta que durante la filmación del pasado, en Caracas, tenían que lucir como adolescentes y que la producción los llevaba al set y los regresaba a sus casas. Luego de rodar esa primera parte, todos regresaron a sus países de residencia. Mientras eso ocurría, el director emigró a México y tuvo que empezar desde cero. Con un primer financiamiento rodó la primera parte de la película. Jabes comenzó de nuevo a buscar financiamiento y se fraguó una coproducción Venezuela-México. “México me permitió que no fuera tan largo el tiempo de adaptación y a la hora de buscar patrocinio mexicano ya tenía gente que conocía mi trabajo. También ayudó que habíamos grabado una primera parte y pudimos presentar un demo. Lo que teníamos era bastante bueno para cautivar”. 

Cuando consiguieron el dinero para terminar la película, Agüero tuvo que aumentar de peso, diez kilos, para verse mucho más adulto. Ya habían rodado todo cuando comenzó el confinamiento, y el aislamiento sirvió para que Jabes se concentrara en pulir muchos aspectos en la sala de edición.

El cruel asesinato de Eliana Bloom

La actriz Shakti Maal, quien interpretó a Cacá, estaba estudiando cine en Bogotá, Colombia, cuando el productor de la película la llamó para ofrecerle el personaje. Ella estaba negada a regresar a Venezuela. Igual accedió a leer el guión y la historia la atrapó. Luego leyó la novela y descubrió en Sánchez Rugeles una característica que confiesa no había encontrado en ningún otro escritor: que sus novelas hablan de su generación y de lo que sienten.

La música de esta película está hecha por Tomás Barreiro y Famaslopp, y la dirección de fotografía por Gerard Uzcátegui

Foto: Jezabel Film

“Al leer la novela me enamoré y se convirtió en mi favorita. En ella hay algo que es oscuro y bello al mismo tiempo. Lo que me encanta de las novelas de Sánchez Rugeles es que son una carta de amor y odio a Venezuela, nunca me había sentido tan identificada con ese sentimiento como cuando leí por primera vez Blue Label/Etiqueta Azul. Dije ‘esta persona habla de un lugar que entiendo demasiado’”, dice. 

Y aunque las novelas de Sánchez Rugeles están tan marcadas por el contexto venezolano y cómo este afecta a los jóvenes, Jezabel y en especial su adaptación cinematográfica presenta de la forma más cruda la violencia de género. “Estaba completamente desfigurada. Le rompieron la nariz a patadas. Había cortaduras en su cara, hombros, su cabeza. Tenía el cuerpo lleno de hematomas, tres costillas rotas, una de ellas, incluso, le perforó el pulmón izquierdo”, dice el forense cuando Salvador, el periodista, lo visita años después del asesinato y pide información sobre Eliana Bloom.

El equipo de Jezabel quiere llegar al público para abrir debate sobre el tema político, sobre lo moral y sobre la violencia de género.

A pesar de lo difícil que es ver las escenas de violencia y manipulación en la película, para Maal “una buena manera de hacer denuncia de algo que pasa es mostrarlo tal cual como es. Mira, esto es real, esto pasa así y es así de horrible. Qué bueno que quedes asqueado. No lo vamos a mostrar bonito ni lo vamos a pasar con soda. No es ser amarillista sino mostrar la violencia psicológica y física que existe hacia las mujeres para general conciencia de ella”. 

Eliane Chipia, por su lado, dice que ver esta película despierta cierta angustia o temor. “Cuando la ves algo te cambia”. Para ella además el proceso fue más fuerte, ya que había vivido personalmente la violencia psicológica y física. Dice que con este papel pensó: “este es mi momento para hacer mi denuncia, hacer una especie de catarsis y aprovechar. Decía que se me iba a hacer fácil porque lo viví, pero no, es difícil porque uno bloquea todo lo que pasó y llevarlo a un personaje implica revivir todo el proceso de nuevo”.

Todo el equipo del film ha notado la reacción de incomodidad del público. Dicen que en el BCN Film Festival una señora dijo que era una historia que no quería ver en ese momento. La madre de Agüero, por ejemplo, vio con desprecio a su hijo al final de una proyección privada que se hizo hace algunos meses en Caracas. “La película la vas a agradecer aunque te remueve las tripas y el alma, más allá de que te guste o no, o que la veas una o seis veces”, dice Jabes. 

Ahora la producción del film sigue en busca de festivales donde presentarse y de formas de distribución. Para que llegue a las salas de Venezuela aún falta un poco, pues hasta ahora están intentando registrar la producción en el Centro Nacional Autónomo de Cinematografía (CNAC). Pero por el momento hay una ventana de 48 horas para verla en línea: de la noche del 15 a la noche del 17 de julio estará disponible en streaming por Goliiive