El caso Macuto se convierte en una gran operación de propaganda

Pruebas y confesiones del atentado, todas muy discutibles, llenaron los medios oficialistas. Sobre el coronavirus, Cepella o Petare, poco o nada se dijo

Tarek William Saab se vale del supuesto contrato para perpetrar un golpe, que alega haber firmado un mercenario, para implicar a Juan Guaidó

Foto: Ministerio Público

  • La mañana de este lunes, Remigio Ceballos, comandante estratégico operacional de la Fuerza Armada, anunció que la nueva fase de ejercicios militares incorpora acciones imprevistas según disposiciones de Nicolás, incluyendo la de escudriñar el territorio con más de 25.000 hombres, para garantizar que esté «libre de mercenarios, paramilitares y cualquier otra amenaza». Entre la declaración de Ceballos y la aparición de la fotografía del excapitán desertor Robert Colina, alias Pantera, muerto, no pasó mucho tiempo. Luego se avisó de la captura de otros ocho conspiradores, esta vez en Chuao (estado Aragua), quienes aunque tenían un arsenal, fueron capturados por pescadores de la zona, un día después del supuesto intento de incursión por Macuto. Entre los capturados en Chuao está Antonio Sequea, desertor desde abril de 2019, con quien grabaron un vergonzoso video para mostrar cómo varias docenas de hombres participaron en su traslado desde un helicóptero hasta una camioneta. Poco después el régimen dijo que otros dos supuestos mercenarios fueron capturados en Puerto Cruz, Aragua, también con equipo. 
  • La programación de VTV tuvo esta historia como columna vertebral a lo largo del día, con consecuentes menciones de Jordan Goudreau. El chavismo decidió enseguida dar por cierto que él es el autor de la llamada operación Gedeón, dar por cierto el contrato que mostró la noche del domingo como venganza por el pago que no recibió y, además, dar por cierto el objetivo para el que se supone fue contratado: derrocar al Gobierno. A través de su cuenta en Twitter, Diosdado Cabello lideró la narración chavista sobre la detención en Chuao, que incluyó las menciones de dos ciudadanos estadounidenses (Luke Denman y Aaron Barry), de Josnars Adolfo Baduel, hijo del preso político Raúl Baduel, y del capitán Pimienta. De los asesinados y los detenidos el domingo no se sabe ni sus nombres, salvo la foto del capitán Colina asesinado. Varios familiares de los detenidos grabaron audios y videos pidiendo que se respete su vida.
  • Cabello compartió un trozo de una “confesión”, para humillar a un detenido. El video registra un problema técnico, pero lo importante al parecer es que el detenido “confiesa” lo que hace Estados Unidos: “Ellos son intermediarios (…) del jefe de seguridad del Presidente de los EEUU”. El entrevistador lo interrumpe y le pregunta: “¿Quién le dijo? ¡Vuelve a repetir eso!”, y el detenido agrega: “Ellos dicen que trabajan con la asesoría de la seguridad del Presidente de los EEUU”. Cayendo el día, un par de insurrectos fueron detenidos en Puerto Cruz, estado Vargas, y aunque no revelaron su identidad sí presentaron fotografías de lo que les decomisaron: armas, municiones, chalecos antibalas y equipos de comunicaciones. Macuto, Chuao y Puerto Cruz. Tres incursiones, tres fracasos en dos días.
  • Muy temprano, el régimen emitió un comunicado denunciando que la incursión “fue organizada en Colombia y planificada por agentes de los Estados Unidos” y que “uno de los capturados ha confesado ser un veterano agente de la DEA”. 
  • El TSJ también emitió su comunicado afirmando que repudia el intento de incursión armada, y ratificando su apoyo a Nicolás y a Vladimir Padrino López.
  • El equipo de Juan Guaidó, en otro comunicado, niega relación con la empresa SilverCorp USA y con su propietario, Jordan Goudreau. Dice que esta estaba infiltrada “por la dictadura y mantenía relación directa con Clíver Alcalá”. 
  • Nicolás intervino en la Cumbre del Movimiento de los No Alineados, y aprovechó de denunciar a los “mercenarios terroristas”, afirmando que fueron entrenados en territorio colombiano, con financiamiento y apoyo del Gobierno de Estados Unidos y del Gobierno de Colombia. 
  • Tarek William Saab, fiscal impuesto por la ANC, dijo que Voluntad Popular y Primero Justicia están involucrados en la insurrección. Precisó que se incautaron 10 fusiles, una pistola 9 milímetros, dos ametralladoras, seis camionetas, una lancha de dos motores fuera de borda y cartuchos. Afirmó que desde 2018 hasta la fecha hay 114 detenidos y 92 órdenes de captura por todos los complots para derrocar a Nicolás, sin incluir a los capturados en Macuto.
  • Juan Guaidó pidió que se respeten los derechos de los detenidos: «Exigimos el respeto de los derechos humanos y garantías fundamentales de las personas capturadas en las últimas horas. El historial de la dictadura de Nicolás Maduro incluye torturas, desapariciones forzosas y ejecuciones extrajudiciales», reza su comunicado.
  • Después de la entrevista con Patricia Poleo, Jordan Goudreau le concedió una entrevista a Bloomberg para aclarar que hay 52 hombres involucrados en su plan suicida, incluidos los dos estadounidenses que ya fueron capturados. Goudreau dijo, para absoluta complacencia del chavismo: «La misión principal era liberar a Venezuela, capturar a Maduro (…) La misión secundaria es establecer campamentos de insurgencia contra Maduro. Ya están en campamentos, están reclutando y vamos a comenzar a atacar objetivos tácticos». Reiteró que todas sus revelaciones se deben a que no le pagaron, y añadió que está peleando una guerra de información contra aquellos que supuestamente lo contrataron. No olvidó mencionar a Cliver Alcalá Cordones, ni su rotundo fracaso al tratar de explicarle a Donald Trump sus planes en Venezuela. Lejos de publicitar a Silvercorp, Goudeau espanta a potenciales clientes. Conste que Goudreau no habló con AP.
  • Nicolás aprovechó esta noche para recordar todo el artículo de AP sobre el magnicidio frustrado a finales de marzo. Afirmó que el presidente Iván Duque regresó de su visita a Washington con instrucciones de «incendiar Venezuela», y que es por eso que se reactivó el plan terrorista. Tres detalles: asumió como sinónimos la acción de cuidar su poder y la de cuidar a la nación, explicó cuán infiltrados estaban los conspiradores (igual quiere que se lo vea como víctima, pero si lo sabía todo, nunca corrió peligro) y se mostró ofendido por la incredulidad colectiva ante los eventos, expresada en chistes. Ratificó que la condición de mercenario de Goudreau no le resta veracidad a su testimonio, acusó a EEUU de financiar la operación (y asumió que su silencio es una prueba de culpabilidad); también dijo que Luke Denman y Aaron Barry “confesaron que forman parte de la seguridad de Trump”.
  • Aunque usted no lo crea, toda la evidencia de esta “operación terrorista” estaba en Miraflores, dispuesta en una mesa para que Nicolás jugara con ella a placer: cédulas, pasaportes, fotos, municiones, etc. Como estos eventos son lo único que importa al chavismo, este 4 de mayo el balance de Covid-19 lo hizo Delcy Rodríguez en un tuit a las 10:50 pm: “Queremos informar que en las últimas 24 horas hemos detectado 4 nuevos casos positivos de Covid-19”, el número de contagios se eleva a 361.
  • Provea solicitó respeto y garantía a los derechos humanos de los detenidos por insurrección. El chavismo agredió a la ONG y según ellos el carácter de terroristas —aún sin probar— de los detenidos justifica el maltrato. Pero exigir respeto, y alertar sobre el peligro de desapariciones forzadas y actos de tortura, no es un delito. Se sabe que el expediente del chavismo en esta materia es tristemente amplio.