Raúl Rodríguez Comparte en FacebookComparte en TwitterComparte via WhatsApp En estos dos performance, Libertad y Cautiverio, Raúl Rodríguez (1994, La Victoria) explora la superficialidad que a veces hay en la lucha por la libertad y la domesticación que implica el encierro. Raul Rodríguez 26 de abril de 2020 Desde los primeros asentamientos humanos, el paso del nomadismo al sedentarismo estacional se hizo a través de la domesticación. Esquivar un perdigón, 2018. Pero dicho proceso de domesticación ha tenido también una contraparte, una resistencia: el impulso de libertad. Los perros son un resultado generado por la domesticación, que mediante distintas prácticas transforma a animales y vegetales para beneficio humano. La acción de Rodríguez recuerda que también ocurrió la domesticación de los mismos seres humanos, a través de un nuestra relación con las jerarquías de poder. Vértebra de columna canina, 2018. Encuentra la cal, 2018. Hoy, los humanos usan prácticas biopolíticas para modificar no sólo su cuerpo sino sus funcionalidades por el poder/estado. En el marco de la dinámica entre el humano y el poder/estado, se creo un grito de protesta, que hoy día se ha repetido tanto que suena como un concepto vacío. La palabra libertad podría bien ser un grito en una protesta, una camisa estampada, un graffiti en la calle. Parece que ya nos sentimos cómodos como seres domesticados. Parece que simplemente nos abraza la ilusión de libertad.